el Katana

El  sable es uno de los tres tesoros de los antiguos emperadores.

También era el bien más preciado de  los samurai. Símbolo de la clase superior guerrera ( los bushi), el sable es el alma del samurai. Más que un arma poderosa, los sables son venerados en los templos desde tiempos remotos.

Los artistas que los labraron pronto se involucraron tanto en el aspecto estético como en la calidad de las hojas en el combate. Gracias a una compleja técnica, antiguos herreros lograron, más que nadie en el mundo, unir la dureza que ofrece el filo con la flexibilidad que permite que la hoja no se rompa.

Siglo diez – Siglo doce- Mediados de la era Heian / Principios de la era Kamakura

En aquella época, el samurai (más bien llamado bushi) lucha montando a caballo  principalmente , y muy a menudo en desafíos entre dos adversarios. Las hojas suelen ser largas (80 cm). La parte superior, hacia la punta, está afinada para aligerar la hoja. El shinogi ( filo lateral) está colocado bastante alto, la curvatura está más marcada cerca de la tsuba (empuñadura). Este sable grande es un TACHI. Lo llevan colgado por el cinturón, el filo hacia el suelo. El templado es recto y estrecho. El herrero sólo busca la solidez, ya que no prevalece la belleza de las hojas. Sin embargo, como la calidad de las hojas también es garantizada  por un acero bueno, forjado con arte, y bien templado, los herreros y el bushi pronto se percatan de que las mejores hojas en un combate también resultan ser las más bellas. Hacia finales de la era Kamakura, las líneas de temple empiezan a ondear levemente, y el valor artístico de las hojas ya empieza a reconocerse.  

Siglo trece -  Mediados de la era Kamakura

Por primera vez, los samurai expulsan del poder a los  nobles. Los señores de guerra pelean por el controlar los castillos. Los Tachi de la época anterior acarrearon el uso de  armaduras mas pesadas y más robustas. Para poder atravesarlas, le sable se vuelve más espeso y más pesado.

Se reduce la diferencia de longitud entre la base y la punta. La curvatura llega hasta el medio. La punta es gruesa y corta. La forma elegante de los sables anteriores es sustituida por hojas más gruesas y robustas. Manejar aquellos sables pesados requiere mucha fuerza, por lo cual, se difunde la técnica de combate con dos manos . La forja  evoluciona de forma   considerable. Los estilos de cada taller son muy distintos según las regiones, las técnicas y el mineral elegido, y aparecen excelentísimos artistas con su obra perfecta... es la edad de oro del sable Japonés.

Finales de la era Kamakura En 1274 y 1281,

los Mongoles de Kubilai Khan intentaron invadir Japón. A los señores Japoneses, dividos por la lucha por el poder, les faltó muy poco ser vencidos dos veces seguidas, y dos veces seguidas, los Kamikaze, ( vientos divinos ), hundieron las flotas invasoras. Aquellos combates cambiaron muchas cosas.

Pero mientras los samurai luchaban cara a cara en desafíos homéricos, con sus pesadas armaduras,los Mongoles, sin espesa protección, luchaban agrupados y no dudaban en rodear un samurai aislado para vencerlo, lo cual hizo que se aligerara la armadura. La parte superior del sable se afinó aun más, así como la punta, alargada, y el templado se volvió más cuerdo.

Más que los propios Mongoles, fueron los  los tifones los que, tras terribles combates, derrotaron a los Mongoles. Sin embargo, el gobierno Kamakura se olvidó de felicitar a los samurai por su valor, lo cual hizo que éstos se rebelaran y echaran al Gobierno abajo !

 Siglo catorce - Era Nambokucho

 El emperador GODAIGO también mantenía difíciles relaciones con los grandes samurai. Por consiguiente, hubo una revuelta, y un príncipe provocó la división de la familia imperial.

El país se sumió en una guerra civil, ambos clanes levantaron sendas armadas, en las que prevalecían los combates agrupados. Los soldados de infantería equipados con armas de asta, elYari (pica), y la Naginata (alabarda), cobraron importancia.   Para distinguirse de la infantería, se agrandan los ornamentos, el sable se vuelve gigantesco, ancho, con punta larga, y muy marcada curvatura, y se afina la hoja para restar peso. Muy impresionante, pese a resultar incómodo, se utilizó un segundo sable más pequeño. Metido en el cinturón, el filo cara al cielo, aparece el KATANA.

Ya se domina perfectamente el uso de La forja .El arte de Masamune está en su auge, y  sus técnicas influyen el país entero.  

Siglo quince – Siglo dieciséis - Era Muromachi

 Tras las guerras de Nanbokucho, los sables largos fueron considerados demasiado voluminosos, y desaperecieron durante la paz.  El segundo sable llamado Katana , más pequeño y más cómodo, fue sustituyendo el Tachi.

Las hojas de aquella época se volvieron más cortas y más finas, con punta más pequeña, y espesaron para compensar la solidez. Las armaduras también se volvieron más sencillas. Se labran bellísimas hojas.

Hacia finales de la era Muromachi,

aparecieron de nuevo los disturbios, abundaron las intrigas, y el poder cambió de manos a menudo. Los encargos de sables son consecuentes y  desbordan los talleres. El elevado numero de sables producidos permite que los herreros intenten novedades, pero se va dejando de lado el valor artístico, para beneficio de la cantidad. A pesar de todo,  los samurai siguen pidiendo encargos especiales , y aun se producen excelentes hojas. La mayor parte de las hojas labradas son Katana medianos, adecuados para combates repentinos de ambiciosos civiles.

 Finales del siglo dieciséis – Principios del siglo diecisiete - Era Momoyama Fue en aquel  momento cuando los Portugueses introdujeron las primeras armas de fuego.

A pesar de ser rudimentarias y sin precisión, contribuyeron a reforzar la armadura con una pieza de hierro forjado en el pecho. Aquellas armaduras características constituyeron un soporte ideal para grabados y ornamentos de todo tipo. Un poderoso señor y su aliado, Oda Nobunaga y Toyotomi Hideyoshi acabaron con la anarquía y reunificaron a Japón. La paz, así como el descubrimiento de importantes minas de oro, enriquecieron a todo el país. Las monturas van cubiertas con ricos adornos,y están muy preciadas las antiguas y vistosas hojas de Nambokucho. Pero, al resultar demasiado largas, se acortan y se les coloca monturas modernas. Para ello, se usa oro y liga de metales raros en abundancia.    

 La transformación de esas antiguas hojas gozó de tanto éxito que los herreros produjeron hojas que imitaban la forma característica de las antiguas acortadas, es decir, algo más anchas con respecto a su tamaño, pero con curvatura muy marcada y punta gruesa. La única diferencia estribaba en el espesor. Por supuesto, las hojas antiguas, largas y acortadas siguen siendo más finas, y las recientes más espesas.   

 Los templados se vuelven otra vez vistosos.   Fue en aquella época cuando el nuevo shogun Hideyoshi tomó medidas para prevenir motines, y mandó que se buscara todos los sables.Y es que todos iban armados : campesinos, mercantes, artesanos, … Los únicos en poder llevar los dos sables serían los samurai. Estas medidas provocaron la destrucción de todas las hojas de aquellos tiempos de disturbios, producidas en gran cantidad y sin valor artístico. Aquella selección natural, así como la utilización importante de metales preciosos en las monturas, hace que podamos hablar de la « gran época Momoyama »...

 Finales del siglo dieciocho – Mediados del siglo diecinueve - Finales de la era Edo

Tras la muerte de Hideyoshi, el nuevo shogun Ieyasu mandó exterminar a la familia de su antecesor, y para asentar su poder, organizó el reparto de las grandes familias y de los dominios. Cada señor trasladado se marchaba con su séquito y también sus herreros, lo cual contribuyó a provocar la mezcla de los estilos muy diferenciados de numerosos talleres. Es el fin de los sables Ko-to (sable antiguo), y nace el Shin-to (sable nuevo).

Las sofisticadas técnicas de esgrima que incluían corte y estocada, acarrean la aparición de hojas nuevas, de tamaño razonable, curvatura más suave, y parte superior fina con punta bastante pequeña. En aquella época, conviven dos grandes centros : Edo, capital política, marcial y estricta, y Osaka, no tan austera. Es así como nacen dos estilos de hojas y monturas.

En Edo, se estilan hojas sobrias y marciales, mientras que en Osaka, las hojas son más vistosas con templados muy obrados, y un grano de acero muy fino. Los adinerados mercantes autorizados a llevar sable corto, gastaban fortunas en muy ricas hojas y monturas. Mientras tanto, aquellos tiempos apacibles aburrían a los samurai, y mientras duró la paz, los encargos de sables no fueron tan importantes. Más que su aspecto marcial, se preciaba su belleza y su riqueza.  

Finales del siglo dieciocho – Mediados del siglo diecinueve – Finales de la era Edo

 Se está acabando el gobierno Tokugawa, los samurai, demasiado tiempo sin acción, están descontentos; además, les acecha la ruina. Los mercantes han logrado el poder financiero. La rebelión está a punto de estallar. El movimiento revolucionario desea devolver el poder al emperador.

 Estamos en 1853, y el comodoro Perry, está con su flota en las puertas de Japón.   Las perspectivas de un conflicto animan la industría del sable. Los herreros tratan de forjar hojas tan buenas como las de sus gloriosos antepasados, otros imaginan hojas nuevas combinando diversas características. Este cambio acarrea la aparición de sables shin shin to (sables nuevos nuevos), con muy variada producción. Pero ya que todos los herreros pueden procurarse acero sin refinar (tamahagane), listo para el uso, desaparecerán las diferencias características en el grano del acero, y que diferenciaban  los antiguos talleres. Sólo permanecen las diferencias de técnica, coccin, y templado. Las hojas de aquella época tienen una apariencia muy clara, pura y brillante, pero han desaparecido las sutilezas de las hojas antiguas. 

Mediados del siglo diecinueve hasta nuestra época - Era Meiji  

En 1867, con el derrumbamiento de los  Tokugawa, llega la abolición de la clase samurai. Los encargos de sables se derrumban, y se da el golpe de gracia en 1876, al prohibir el sable en las calles.    

  De ahí en adelante, por motivos prácticos, ya no evolucionará el sable. Llega la segunda guerra mundial, las hojas producidas para el Ejército proceden de barras de acero industrial, y por ello, no se integran en el prestigioso grupo nippon-to.     

 Tras la derrota de Japón, el ejército norteamericano quiso confiscar todos los sables para destruirlos… Los Japoneses hicieron lo imposible para que los invasores reconocieran el valor histórico, social, y a veces religioso del sable.En 1947, el gobierno japonés se encargó de inspeccionar los sables de arte, y destruir las hojas militares industriales.

 La creación de la  NTBHK ( asociación para la salvagardia del sable de arte ) impidió la destrucción de numerosas hojas antiguas, así como las técnicas tan complejas de   forja. Hoy en día, la asociación celebra concursos de forja, y otorga premios a valorados artistas. Algunos herreros benefician del título de « tesoro nacional vivo », y labran hojas cuya calidad  puede compararse con las de sus antepasados.

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